Respetar el planeta que nos acoge es un deber y mantenerlo limpio no es una utopía.
Y estamos firmemente convencidos de ello.

Esto nos ha llevado a la elección de utilizar principalmente materiales naturales como la madera. No, no madera comprada de algún árbol talado, la madera que utilizamos es madera que ya ha sido utilizada y luego desechada. Lo primero y más importante es la «madera flotante», madera pacientemente desgastada y pulida por la incesante fuerza del mar que encontramos en las playas.
La madera flotante es única y lleva consigo una historia, tiene algo que contar, adopta una forma dada por el mar, esa forma que nos sugiere el tipo de objeto en que se convertirá. Lo que hacemos es dar una «segunda vida» a esa madera que, tras un breve uso para embalaje o una rama rota, acaba en el mar.

Pero no sólo reciclamos madera.
Intentamos utilizar sobre todo materiales naturales, desde sábanas viejas de lino o algodón, corchos, semillas de frutas como el aguacate y el coco hasta clavos y tornillos oxidados.

Además, en la fabricación de nuestros productos utilizamos colas y colores a base de agua y nada de pintura diluida, disolventes químicos o plásticos.